segunda-feira, 14 de janeiro de 2013
VICTIM CUTTING HIMSELF IN HALF
Guys, let's seek God, talk with the Father, alone in the room, on the street or anywhere. God exists and you can cure this depression. (Valdemir Mota de Menezes, the Scribe)
SE MATA POR CAUSA DE SU SUEGRA
Por: Álvaro Islas Hernández
Fotógrafo: Mariela Moreno López
Huehuetán
CHIAPAS
Por: Álvaro Islas Hernández
Fotógrafo: Mariela Moreno López
CHIAPAS
El joven “triciclero” Ricardo Pérez Velázquez, de 19 años de edad, quien vivía en unión libre con Mayra Yesenia Morales Solís, de 18 años de edad, en casa de su suegra
Sufrió un año de violencia familiar, ya que la señora le reprochaba su pobreza y le pegaba; cansado de sufrir malos tratos decidió escapar por la puerta falsa ahorcándose.
La mala suegra le reclamó porque había tomado bebidas embriagantes, lo cacheteó delante de su mujer y humillado, Ricardo se encerró en su cuarto; colgó un lazo de una viga, se la ató al cuello y se mató.
El macabro hallazgo lo hizo su mujer Mayra Yesenia, al filo de las dos de la mañana, quien salió corriendo a solicitar el auxilio del comisariado ejidal y el agente municipal; la autoridad llamó a la Policía Municipal y pidieron la intervención del representante social de la Procuraduría General de Justicia del Estado para que diera fe del deceso.
INVESTIGACIÓN
El fiscal, acompañado de las diferentes corporaciones policiacas estatales y municipales, se trasladaron al barrio Santa María, a la casa de la suegra de la víctima, tuvo a la vista el cuerpo sin vida de una persona del sexo masculino que estaba sobre una cama ya que lo habían bajado con la finalidad de salvarle la vida.
Más tarde se presentó ante el Ministerio Público, Jesús Pérez Hernández, para identificar el cuerpo de su hijo Ricardo Pérez Velázquez, originario de Tapachula. El hombre señaló que su vástago tenía aproximadamente un año que se fue a vivir con Mayra Yesenia Morales Solís.
Pidió que la muerte de su hijo sea investigada a fondo para que no quede en la impunidad, ya que sabía que sufría de violencia familiar de parte de su suegra que cada que quería lo humillaba y lo golpeaba.
ENFERMERA LE HUYE
POR LAS GOLPIZAS DE SU ESPOSO, SOLEDAD BOLAÑOS DECIDIÓ QUITARSE LA VIDA!
Por: Jesús López Aquino
Fotógrafo: Teresa Allende
Por: Jesús López Aquino
Fotógrafo: Teresa Allende
Oaxaca
OAXACA
Los malos tratos y golpizas que le aplicaba constantemente su esposo, el policía municipal Ramón González, a la enfermera Soledad Bolaños Blanco, la llevaron a la determinación de suicidarse para acabar de tajo con tanto sufrimiento
La licenciada en enfermería, Soledad Bolaños Blanco, de 40 años de edad, se presentó a laborar como de costumbre en el Hospital Psiquiátrico de Reyes Mantecón y por la tarde, poco antes de concluir sus labores se quejó con sus compañeras de las golpizas y malos tratos que recibía de su esposo Ramón González, a quien temía denunciar por ser un policía municipal muy violento y guarura de un funcionario.
DESPEDIDA
La enfermera se despidió de sus amigas comentándoles que podría ser la ultima vez que se verían porque ya estaba harta de tanto sufrimiento y enseguida se retiró para dirigirse a su domicilio situado en Andador Calpulalpan, del Fraccionamiento Reyes mantecón, en donde atendió a sus dos menores hijas a quienes luego de darles de cenar las llevó a sus respectivas recámaras.
A las diez de la noche, la mujer se colocó una soga al cuello y el otro extremó lo amarró a las escaleras de la planta superior de su inmueble y se lanzó al vacío provocándose asfixia que finalmente le cortó la existencia. No dejó recado póstumo.
Minutos después llegó su esposo quien no daba crédito al verla que pendía de las escaleras de su casa, por lo que al comprobar que estaba muerta solicitó la intervención Agentes Estatales de Investigación y del Agente del Ministerio Público.
En su declaración, el policía municipal Ramón González, sin mostrar sentimiento de dolor o angustia por la muerte de su cónyuge, dijo desconocer las causas que orillaron a la madre de sus dos hijas a cortarse la existencia, aunque también aceptó que constantemente discutía con ella porque la celaba.
Los malos tratos y golpizas que le aplicaba constantemente su esposo, el policía municipal Ramón González, a la enfermera Soledad Bolaños Blanco, la llevaron a la determinación de suicidarse para acabar de tajo con tanto sufrimiento
La licenciada en enfermería, Soledad Bolaños Blanco, de 40 años de edad, se presentó a laborar como de costumbre en el Hospital Psiquiátrico de Reyes Mantecón y por la tarde, poco antes de concluir sus labores se quejó con sus compañeras de las golpizas y malos tratos que recibía de su esposo Ramón González, a quien temía denunciar por ser un policía municipal muy violento y guarura de un funcionario.
DESPEDIDA
La enfermera se despidió de sus amigas comentándoles que podría ser la ultima vez que se verían porque ya estaba harta de tanto sufrimiento y enseguida se retiró para dirigirse a su domicilio situado en Andador Calpulalpan, del Fraccionamiento Reyes mantecón, en donde atendió a sus dos menores hijas a quienes luego de darles de cenar las llevó a sus respectivas recámaras.
A las diez de la noche, la mujer se colocó una soga al cuello y el otro extremó lo amarró a las escaleras de la planta superior de su inmueble y se lanzó al vacío provocándose asfixia que finalmente le cortó la existencia. No dejó recado póstumo.
Minutos después llegó su esposo quien no daba crédito al verla que pendía de las escaleras de su casa, por lo que al comprobar que estaba muerta solicitó la intervención Agentes Estatales de Investigación y del Agente del Ministerio Público.
En su declaración, el policía municipal Ramón González, sin mostrar sentimiento de dolor o angustia por la muerte de su cónyuge, dijo desconocer las causas que orillaron a la madre de sus dos hijas a cortarse la existencia, aunque también aceptó que constantemente discutía con ella porque la celaba.
Chicos, vamos a buscar a Dios, hablar con el Padre, a solas en la habitación, en la calle, o en cualquier lugagr. Dios existe y se puede curar esta depresión. (Valdemir Mota de Menezes, el escriba)
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